sábado, 18 de junio de 2011

NI DE DERECHAS NI DE IZQUIERDAS, SINO DE IZQUIERDAS


I

La juventud, siendo maravillosa, no es más que una circunstancia temporal en el ciclo biológico de la especie; ni es virtud, ni es defecto, ni es – por supuesto- infalible cuando piensa.
Yo cuando era joven era bastante más torpe que ahora, más tonto, aunque como Alberti, lo que he visto me haya hecho dos tontos.

No ponemos en duda la posible excelencia intelectual de los jóvenes de la época pero sabemos, y ocultarlo es de una ingenuidad beatífica y hasta peligrosa, dónde están los campos de minas del pensamiento, hemos pasado por eso y es inevitable recordarlo. Antes que ellos, tuvimos nosotros todos los achaques de la juventud, desde la calentura erótica hasta la calentura política, nos la pegamos antes contra los muros del sistema, nos engañaron antes que a ellos, nos compraron, hipotecaron, vaciaron y zamarrearon antes y eso,no es que otorgué ninguna superioridad moral; al contrario, pero da cierta cautela y esa elegancia de la ansiedad que es como llamaba Cioran al escepticismo.

II

Cómo negar que le ha estimulado a uno la muchachada saliendo a las calles a protestar, a manifestar por fin su indignación frente a un sistema que se ha ido pudriendo poquito a poco, que desde su génesis venía contagiado de enfermedades sistémicas; monarquía, capitalismo, militarismo como garante de la unidad indisoluble de la patria, leyes electorales tramposas que hicieron a sus anchas los que sabían que los porcentajes de votos iban a favorecerles siempre.

Una democracia de tahúres que el tiempo ha ido desenmascarando; Suárez y sus marrullerías, su represión policial y su política de sumisión ante la banca , ante los intereses militares de EEUU, ante el negociado que desde entonces Alemania, siempre en busca de su espacio vital, iba montando por todo el Sur de Europa y el Mediterráneo.
Felipe González con su vocación de aniquilador de la izquierda y su trabajo sucio de mamporrero de las derechas, allanándoles el camino para cuando vieran éstas el momento oportuno de volver al poder sin grandes convulsiones sociales. Le avalan en este trabajo sucio sus reconversiones, sus privatizaciones, sus acuerdos iglesia-estado, sus reformas laborales cafres, su terrorismo de estado y su concepción de la administración como un cortijo de nuevos señoritos y de pícaros y corruptos que no poseían siquiera la donosura o la gracia de los viejos pícaros cervantinos.
Santiago Carrillo, también elevado a los altares de la sacrosanta transición, con sus renuncias, sus traiciones, sus reflejos estalinistas y su equidistancia repugnante ante cualquier suceso pasado o reciente que pudiera manchar esa biografía falaz que se ha ido inventando contra los hechos y la historia.

Estos abuelos de la patria, ahora santificados por la abulia y la desmemoria contemporáneas, montaron tras la muerte del dictador el kiosco democrático que el movimiento 15-M, Democracia real y Spanish Revolution, empieza a poner en cuestión. Como diría el clásico; de aquellos barros vienen estos lodos.


III

A los muchachos de hoy les suena toda esta retahíla a batallita senil, como a mí me parecía, cuando tuve veinte años, que la guerra civil había sucedido en el pleistoceno. No me extraña que esta juventud que ha tomado las plazas abomine justamente de la cochambre de políticos profesionales, que vea en las siglas un peligro de manipulación e institucionalización de sus consignas, que huya como de la peste de las estrategias clásicas de los revolucionarios de postín y de los ácratas anti- estado que cobran religiosamente su sueldo de las arcas de ese mismo estado y que podrán decir, con el mayor de los cinismos, que así minan desde dentro al sistema. Ja, ja y otra vez Ja.

Entiendo muy bien esa desafección hacia las siglas clásicas y hacia los símbolos de lucha que han ido decorando casi todas las manifestaciones de la época; hoces, martillos, enseñas republicanas y hasta entiende uno que se exilie de los símbolos de la pelea al protomártir de la izquierda, Ernesto Guevara.

Lo que me deja ya un poco más perplejo es esta pachanga políticamente correcta que lleva a afirmar en manifiestos más o menos oficiales a las personas indignadas que : 

           “Unos nos consideramos más progresistas, otros más Conservadores.        Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos…”

Y uno que además de a la indignación tiende a la retórica se pregunta qué conservadores son los que están luchando aquí, para qué y qué quieren cambiar esos que son “más conservadores ."
 
También , y de nuevo perplejidad, frente a los “apolíticos” que cada tarde se convocan en asambleas, que pretenden como mínimo mejorar esta cojitranca democracia, que se ocupan estos apolíticos de organizar manifestaciones, concentraciones frente a los múltiples palacios de invierno en los que retozan su poder los poderosos, cuestionan seriamente el sistema económico capitalista...Si estos son apolíticos; ¿qué demonios es entonces la política? ¿Esas pocilgas oficiales desde donde se pacta, se trampea, se prevarica o se manda a reprimir al – así llamado- pueblo soberano?

IV

Una cosa es airear un poco la peste a naftalina que puede tener la izquierda con la frescura y el hermoso descaro de quienes no tienen que arrastrar con las blancas barbas del viejo Marx cada vez que exponen una certeza o una duda ideológica, ellos tienen la suerte de no llevar en la maleta a toda la patulea; Bakunin, Trotsky, Lenin, Castro o Mao.
Ellos puede hablar e incluso conspirar sin prejuicios ni herencias de familia. Pero, todo esto no quita que algunos sepamos cuánto de lo que sucede estaba contemplado científicamente en “La Miseria de la Filosofía” de Carlos Marx que adelantaba los desmanes que el poder, cualquier poder, puede ejercer contra su pueblo en cuanto este ha sido debidamente adormecido, mortalmente sometido. En tiempos vendieron nacionalismos y ardores guerreros para someter a las masas, hoy lo hacen con televisores, fútbol y marcas registradas, el mismo poco pan y el mismo pésimo circo que cantaban por ahí hace unos años.

También había uno que ya en 1868, Mijaíl Bakunin, abogaba por una democracia real que se basara en, fíjate tú lo que son las cosas, en estos puntos fundacionales: “La supresión de los Estados nacionales y la formación en su lugar de federaciones constituidas por libres asociaciones agrícolas e industriales. La abolición de las clases sociales y de la herencia. 
La igualdad de sexos. La organización de los obreros al margen de los partidos políticos.”

Cambiamos si ustedes quieren, federaciones libres de asociaciones agrícolas e industriales, por una Europa de los pueblos y no de lo mercaderes , cambiamos si así lo ven conveniente, abolición de clases sociales y de la herencia por reparto justo de la riqueza y por graves impuestos sobre sucesiones y patrimonios y ya estamos la mar de modernos. Cambiamos, para que ustedes no se alteren, organización de los obreros al margen de los partidos políticos, por ciudadanos organizados y fiscalizando la actuación diaria de los partidos políticos y ya , casi, casi, tenemos algunos de los planteamientos básicos del movimiento de los indignados.


V

Cuando algún compañero me contaba henchido de satisfacción que según algunas encuestas este movimiento contaba con un apoyo masivo de los ciudadanos, un porcentaje de más o menos el ochenta por ciento de las personas defendía, entendía y aplaudía este movimiento, se me ocurrió decirle que si esto era así, algo estábamos haciendo mal. Porque,  digo yo , que con un ochenta por ciento de la población a favor de estas políticas, que son inevitablemente de izquierdas, se deja uno de asambleas y de terapias de grupo progresistas y toma directamente el poder, sin necesidad de armas ni de plebiscitos, lo toma por inercia, por aclamación. La simpatía es la simpatía que una sociedad siente, primero hacia sus hijos que están o estaban acampando y viviendo su primera experiencia política, que ya era hora por cierto. Y segundo; esta simpatía se va a ir diluyendo a medida que se vayan realizando acciones concretas de lucha y de resistencia. 

Los medios de comunicación ya han dado asquerosamente su vuelta a la tortilla y ahora vendrán los insultos, el desprestigio, sacarán a un indignado con la picha fuera en una plaza pública, a otro emporrado dando una rueda de prensa, a otro tirando una lata contra un policía indefenso tras su armadura, nos meterán a todos en la ETA y en el GRAPO si fuera menester. Esa es su estrategia y contra ella lo que no se puede hacer es acobardarse todo el tiempo, ser más buenos que Eduard Punset, bailarle a los antidisturbios el baile de los pajaritos cuando aporreen nuestras cabezas, ir a un banco a protestar y recoger luego las colillas que hemos dejado por el suelo. Nos van a poner verdes de todas las maneras, y tras ponernos verdes, se habrán llenado de excusas para ponernos morados. A golpes.






1 comentario:

Dr. Iglesias dijo...

#spanishrevolution. Mañana todos a la calle. En el camino del cambio constitucional: la Asamblea Democrática Constituyente. Las causas ignoradas del paro. Rebelión ante los desahucios. El Pacto del Euro. El acoso al movimiento 15-M. La caída de Grecia y su efecto dominó. La infamia informativa. Otro policía secreta pillado. La guerra secreta en España. Ver:

http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm